Al entrar a una tienda de informática me encontré con este cartel, el robot es el logotipo de un antivirus y sale en la postura de la famosa escultura el pensador de Rodín.
¿Los robots piensan? Tal vez algún día llegará a haber robots inteligentes, un robot evidente es el ordenador, pero la diferencia está entre la máquina y la intención, el ordenador no tiene intención de nada, hace lo que le mandas y no puede negarse, no toma decisiones. No tiene lo que un filósofo griego, Aristóteles, llamaba facultad deliberativa. El ordenador no puede continuar si algo le falla, no haría lo que un ser humano haría, elegir otra opción. Las máquinas actúan como les indica el programador, hasta que las maquinas no puedan actuar como el programado no podemos decir que piensan. Sin embargo pueden hacer cálculos muy complicados que las personas no pueden hacer pero eso no significa que piensen, solo están programadas. No tienen capacidad de decisión ni de intención, de deliberar, voluntad, improvisar fingir, descubrir…
Actualmente existen muchos estudios de inteligencia artificial, son aparatos con un programa mínimo, que eligen la mejor opción, como cuando juegas con el ordenador al tres en raya.
El problema está en que consideramos nosotros pensar y en cuento le exigimos a algo para decir que piensa. Una prueba para averiguar si una máquina piensa o no es el Test de Turing, el juego consiste en adivinar si lo que está en la otra habitación es una persona o una máquina, utilizando solo el lenguaje ¡y se puede mentir! Si no fueras capaz de saber si en la otra habitación hay una persona o no, esa máquina piensa.
Las máquinas no sabrían identificar un chiste, no tienen sentido del humor, no sabrían identificar una pregunta irónica, darse cuenta del sentido figurado de las palabras y la comunicación es muy difícil sin esto. Las palabras de las máquinas están vacías hablan de árboles, fresas, rojo, azul pero no saben de qué están hablando realmente.
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