Me hacen feliz esas pequeñas cosas, saber que alguien ha
vuelto a escribir por leerme, que ha visitado esta página y le ha apetecido
abrir un blog o retomar el suyo que estaba abandonado, incluso influir en los
que ya escribían dándoles ideas o haciendo que modificaran un poco su estilo,
que se interesen por algún tema de los que nombro y lo investiguen más a fondo.
Sobre todo a los que no les gusta la Filosofía pero si les gusta lo que escribo
sobre ella. Aquellos alumnos que vinieron odiando la Filosofía y solo
necesitaban un cinco para aprobarla y la aprobaron con sobresaliente y después,
sin necesitarlo, han vuelto a saber de otros autores por interés. Porque al
principio no le daba importancia, pero sois muchos los que me decís lo mismo,
otros no quieren comentarlo públicamente pero muchos os ponéis en contacto
conmigo por correo para comentarme cualquier cosa o pedirme consejo. Y a mí,
esas cosas, me hacen feliz.
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