sábado, 24 de agosto de 2013

LOST, y Filosofía...

La simpática administradora de este Blog, me ha invitado para realizar una colaboración en este valioso espacio filosófico. Ante su propuesta, me ha parecido oportuno narrar cierta anécdota personal que se encuentra vinculada con la filosofía. He aquí la historia:

No acostumbro ver series de televisión, por ello, el éxito de la serie “Lost” llego a mis oídos a través de los comentarios de un puñado de amigos cercanos, quienes, en reiteradas ocasiones, discutían y dialogaban sobre la popular serie, al tiempo en que me incitaban a verla.

Cierto día, mientras me encontraba en una librería buscando un regalo para uno de esos amigos, me topé con el libro “LOST, la Filosofía” del autor Simone Regazzoni. Al momento considere que sería un buen regalo para los fanáticos de la serie, así que se lo compre. Como todo librófilo, al llegar a casa no pude aguantar la tentación, y comencé a hojear aquel libro. Lo cierto es, que terminé leyéndolo de un solo tirón aquella misma noche… y es que me resultó bastante interesante. De la mano de Regazzoni, me entere que LOST es un drama filosófico o una ficción filosófica. Y que no se necesita leer a Descartes, Nietzsche, Derrida o a Deleuze, para entender Lost, pero ayudaría muchísimo...

En sus conversaciones, mis amigos se preguntaban intensamente ¿Que es La Isla? Por mi parte, mientras leía aquel libro, me encontré formularme aquella misma pregunta. Así, la lectura me indujo a pensar, que La Isla es aquella búsqueda que la filosofía ha estado realizando desde el principio de los tiempos. La Isla, no es el infierno, ni el purgatorio, mucho menos el cielo o un mundo paralelo del que no sabemos nada. La Isla es este mundo, nuestro mundo, esta realidad de la cual nosotros tampoco sabemos nada. La Isla, es la búsqueda de La Verdad. Pero, resulta que ésa búsqueda es infructuosa, porque existen tantas verdades como sujetos cognoscentes. No existe La Verdad con mayúsculas. Estamos perdidos (Lost) en este desorden epistemológico. La verdad, es el noumeno que se encuentra vedado a las facultades cognitivas del hombre.

Puede que ante esta perspectiva, aún nos sintamos insatisfechos y queramos saber ¿QUE ES LA ISLA? Pues bienvenido al relativismo epistémico. La especie humana tiene alrededor de 2,5 millones de años tratando de saber que es esta Isla, y ¿Realmente pensábamos que el capítulo final de Lost nos lo iba a revelar? Moriremos en esta Isla, sin tener las respuestas. Aunque bien vale la pena plantearnos las grandes preguntas filosóficas, y tratar de entender que es esta Isla en la que nos encontramos. En palabras de Karl Popper, esta búsqueda por la verdad, por saber que es la Isla, es una búsqueda sin término. Y es que, la verdad de la isla, es indecible, es ininteligible, inaprensible, sencillamente trasciende las precarias facultades humanas. Yo también quiero saber que es La Isla. De hecho, consagraré mi vida a ésa búsqueda, aunque sea una búsqueda infructuosa. Pero lo haré gustosamente, porque la búsqueda filosófica, es un fin en sí misma.


Algunas personas dirán “En LOST suceden cosas asombrosas e inexplicables” y, si son muy atrevidos, utilizarán la palabra “sobrenaturales”. También dirán que nada de eso sucede en el mundo real. Pero resulta, que en eso que llaman “mundo real” también suceden cosas asombrosas e inexplicables, verbigracia, como explicamos la incertidumbre quántica; el horizonte de eventos cosmológicos; cómo explicar ¿Por qué existe algo en vez de nada? o ¿Por qué existe el universo y no más bien la nada?; ¿Que es la vida?; ¿Para que vivimos?; ¿Hay algún sentido teleológico?; ¿Que es la muerte?; sabemos, o al menos creemos saber, como opera la Fuerza de Gravedad, pero no sabemos que es dicha fuerza; entendemos que el espacio-tiempo es curvo, pero ¿Por qué es curvo?; ¿Que había antes del Big Bang?; ¿Qué pasó con la antimateria en el universo?; y un largo y prolongado etcétera

Lost es el “mundo interno” en el que nos metió Descartes en el siglo XVII, y del cual, la filosofía no ha podido salir. El Mundo, como en Lost, transcurre desde la perspectiva individual. Por eso la serie comienza desde el punto de vista de Jack, en el primer capítulo y, de igual forma, el ojo de cada uno de los personajes inicia diversos capítulos en el transcurso de toda la serie. Lost, como todo en la vida, está abierto a la interpretación subjetiva. La que he expuesto aquí, es mi interpretación, pero la de ustedes también es válida... Aunque, en realidad, ninguna interpretación será definitiva. Ninguna es válida per se. Simplemente, son puntos de vista sobre nuestra “Isla”.

Lo cierto es, que la suma de nuestras perspectivas no agotan la realidad. Por eso estamos perdidos (Lost) en una especie de pesimismo gnoseológico. De allí, es muy normal sentirse extraviado (Lost), puesto que nos obstinamos en saber, pero nacimos con el velo de la ignorancia, y no nos es permitido arrancarlo. Viviremos y moriremos sin saber que es La Isla, seguramente ello no te guste, a mí tampoco, pero nada podrás hacer, salvo engañarte a ti mismo si piensas que hay alguna salida milagrosa o sobrenatural. Los “Perdidos”, somos nosotros. Los “Supervivientes”, somos nosotros. Los “Otros”, somos nosotros. Después de todo, Lost no dice nada nuevo. Y es que tampoco podría decirlo, al menos no sobre La Isla. Pero aplaudo esa forma de popularizar la filosofía (Sobre todo en la TV, donde abunda lo nauseabundo, lo que cretiniza las mentes). A lo mejor, todo esto les resulta frustrante, pues Lost es frustrante, La Isla es frustrante, el Mundo en que vivimos es frustrante, vivir con tantas preguntas sin responder, es FRUSTRANTE. Pero, como en Lost, no hay salida. Tendremos que aprender a vivir en la Isla.

Aldo Galindo     www.hiperdoxa.blogspot.com


(En mi Blog encontrarás artículos sobre filosofía, microrelatos de ciencia ficción, extractos de libros, citas y frases célebres, top 10 de pinturas, libros y películas, entre otros asuntos de interés).

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