jueves, 30 de abril de 2015

Suspendí dos exámenes por culpa de la letra ‘’F’’

A lo largo de mi vida académica, como es normal he hecho muchos exámenes, y desde luego que tendría mil y una anécdota para contar, ¡me ha pasado de todo! Y se puede decir que he vivido muchísimo de las recuperaciones, no sé qué haría sin ellas… pero lo que me ocurre es que no suspendo por no saberme la materia, sino porque me pasan cosas que hacen que suspenda. Pero os contaré tan solo algunas.

Por ejemplo suspendí un examen por faltas de ortografía, pero cuando vi el examen no eran en realidad faltas de ortografía, me encontré que todas las ‘’f’’ del examen estaban redondeadas en rojo, según el profesor mi ‘’f’’ era mayúscula, y no podía escribir una ‘’f‘’ mayúscula así porque sí en cualquier palabra. Resulta que mi ‘’f’’ minúscula al profesor le parecía que era mayúscula… así que en la recuperación tuve que cambiar mi letra ‘’f’’ por otra de otro estilo.

Pero no es el único examen que suspendí por culpa de la letra ‘’f’’, ha habido otro, y es que no sé por qué pero tengo la manía de siempre que escribo Filosofía hacerlo con mayúscula, en todos los exámenes lo hago así pero nunca había pasado nada, hasta que un profesor me dijo que eso no estaba bien… y de nuevo suspendida por faltas, tuve que hacer la recuperación con cuidado con la palabra ‘’Filosofía’’ porque me sale mayúscula automáticamente.

Y estas son tan solo dos de las muchas anécdotas de porque he suspendido exámenes…

¿Tan fea es mi ''f'' como para suspender?
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miércoles, 29 de abril de 2015

El absoluto en Hegel

Hegel representa el idealismo más radical dentro de la historia de la Filosofía, parte del idealismo post-kantiano. Según Hegel la naturaleza y el espíritu son consecuencias de lo absoluto, pero tan consecuencias de él, que al final no derivan de ello sino que son lo absoluto.

Desde ahí cabe comprender el uso que hace Hegel del mundo al revés como lo propio de la Filosofía, lo que Hegel viene a decir es que el absoluto no es un punto de llegada, no es aquello con lo que se tiene que encarar la razón una vez exhausta y agotada tras haber pasado las escisiones del entendimiento, el absoluto no es al final, es al principio, es el presupuesto, para el sano sentido común, lo más lógico es pensar que la realidad es un conglomerado de cosas independientes, autónomas. Por esto luego se va a encontrar con la fatigosa tarea de tener que reunir en unidad aquello que previamente ya ha declarado que es múltiple, independiente…

El punto de vista de la Filosofía no es aquel que atiende a las particularidades independientes, sino que asume que lo prioritario y eso es lo que Hegel llama el absoluto. El absoluto para Hegel no es una realidad sumamente real, no es en término jerárquico, el absoluto para Hegel es la realidad, no lo más real. Lo absoluto hay que entenderlo en sentido etimológico, absoluto es lo que no depende de otra cosa para ser lo que es, literalmente es desligado de, aparte de, al margen de las ataduras, los vínculos que lo ponen en función de una realidad en la que encuentra su sentido. Por tanto las cosas están ya situadas en ese contexto coherente al que Hegel llama absoluto, ese contexto coherente que debe romper el entendimiento para comprender las cosas.

Si rompemos esa totalidad de la que partimos luego quizá no podamos recomponerla. Desde ese punto de vista podemos entender que la filosofía es el mundo al revés porque el mundo del sano sentido común es el mundo de la particularidad, de la división, de lo concreto, de lo que se ve, se toca y es el mundo que no repara en que las cosas no están flotando, sino que las cosas están siempre inmersas en un contexto coherente, la filosofía es el mundo al revés, el que se trastoca, el mundo del sentido común. Al invertir el mundo es cuando se nos aparece la verdad del sano sentido común.

Para Hegel la Filosofía es la ciencia de lo absoluto y según él se puede vivir en tres partes:

-Lógica: que considera la idea en sí misma, hablamos del espíritu subjetivo (este espíritu estudia la psicología, la antropología y fenomenología.

-Filosofía de la naturaleza: donde la idea hay que entenderla fuera de sí misma, es decir, espíritu objetivo (estudia la moral, el derecho y el estado)

-Filosofía del espíritu: la que estudia la idea en sí y para sí, sería el espíritu absoluto (se manifiesta progresiva y evolutivamente bajo la forma de la naturaleza y el espíritu, es decir el espíritu absoluto se realiza en el arte religión y filosofía.

Este sistema filosófico se llamará luego idealismo absoluto.
Para Hegel la religión se sitúa entre el arte y la Filosofía. Para él la Filosofía y la historia de la Filosofía son lo mismo, pero diferencia que la Filosofía es la historia del pensamiento y a su vez el pensamiento se expone en la historia de la Filosofía y además el pensamiento es esencialmente uno.


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martes, 28 de abril de 2015

Los selfies

Esta colaboración surge a raíz de un anterior post que leí en este blog sobre nuestras poses extrañas ante una cámara, títulado ''La estupidez humana y la fotografía'', brevemente hice un comentario en este artículo mostrando mi opinión sobre los “selfies”. Eva, interesada en mi aportación, me invitó a que escribiera un post acerca del tema. Antes de todo, debo decir que Eva y yo somos compañeras de clase y que me hace mucha ilusión poder compartir aquí mi opinión. 

Pocos quedan hoy en día que no sepan lo que es un selfie, aunque quizá hace más de tres años, al menos en los países donde no hablamos inglés, nadie usaba esa palabra, pero el selfie ya existía. La autofoto es mucho más fácil desde que los móviles incorporan cámara, y con el tiempo, el fenómeno ha ido creciendo de modo exponencial, pues estas cámaras han ido mejorando, también dada la demanda. 
La selfie más clásica es la foto hecha delante del espejo, en la cual yo veo una doble connotación: el espejo es lo que nos devuelve nuestra imagen en primera instancia, en él vemos nuestro reflejo, y luego es ese reflejo que lo que fotografiamos y lo que mostramos al mundo; por otro lado, la función que hace el espejo es ampliar la visión de campo, mostrar todo nuestro cuerpo en una misma foto. La función es de exhibición, con la que, a la vez, se espera la aprobación de los demás. No obstante, una foto siempre muestra lo que nos gusta y también que lo que odiamos, por ello se toma la foto desde distintos ángulos, según qué queramos mostrar y qué queramos esconder, pues no se muestra nada sin estar ocultándolo en parte, como en uno de los últimos posts comentó también Eva. 


Nuestra imagen pretende ser nuestra mejor publicidad, detrás de la cual se esconden nuestros complejos y miedos. Éste es uno de los motivos por el que entran en juego las poses. Todos tenemos una pose para las fotos, también dependiendo de la situación. No es casualidad que en las selfies las poses y caras se repitan, pues hasta eso se copia, abundan en las redes selfies con morritos o con la lengua fuera. Quizá no sea ésta nuestra mejor pose, pero es la que está de moda. Por si hubiera que arreglar o mejorar la foto, ya se han inventado los filtros, con los que se sale bien siempre en las fotos por cualquiera que sea la pose. Los filtros dan color a la foto y la maquillan, sin un filtro en nuestra selfie nos sentimos inseguros en las redes. 

Todo esto puede sonar absurdo pero sin que nos demos cuenta ha entrado a formar parte de nuestra vida, la imagen que damos al mundo lo es todo, y mucho más desde que se popularizó llamarlo selfie. El selfie es un concepto relativamente nuevo que se ha extendido rapidísimo, como todo hoy en día, y ahora todo el mundo se hace selfies (todo el mundo que tiene una cámara). Los selfies son ya un modo de contar al mundo a través de una foto de lo que haces y con quién, a todas horas. Se trata de una sobreexposición continua. Vayamos al gimnasio, a la cafetería o al médico, sacamos una selfie. También quién venga con nosotros saldrá en la selfie. Aquí ya entran las segundas personas. Si estamos con un amigo, nos hacemos un selfie con él para contar en las redes que hemos quedado. El problema llega cuando estamos más atentos a los likes y comentarios de nuestra selfie que a la conversación de nuestro amigo. Por si con dos o tres amigos no nos bastaba, quizá porque tenemos muchos amigos, o quizá porque queremos mejorar la perspectiva de la foto, lo último es el palo de selfie. Con el palo de selfie puedes meter a quince amigos en una misma foto, o simplemente poder sacar las preciosas vistas que tienes a tus espaldas. Lo que yo quería mencionar en aquel post era que parece que el palo de selfie se convierte en la regla y no en la excepción, y qué reflexión podemos extraer de tal fenómeno. Que se prohíban los palos de selfie en los museos nos dice que algo está pasando: Esto lo podemos consultar en este artículo. La primera pregunta que me surge es: ¿qué necesidad hay de un palo de selfie en un museo, por ejemplo? Si realmente te interesa una obra de arte no puede ser tan importante hacerte una foto con ella como contemplarla realmente, con tus propios ojos, disfrutarla en el momento y no luego en una foto. Cuando se vuelve más importante contarle a la gente lo que estás haciendo que hacerlo realmente, ¿en qué se convierte nuestra vida? Cuando te haces selfies con tus amigos, ¿estás viviendo ese momento realmente con ellos, o solamente estás contándole a la gente que estás con ellos y esperando sus likes? Cuando intentas hacerte una foto con mucha gente, ¿te has parado a pensar si realmente sientes que todos ellos son tus amigos, o sólo buscáis una bonita selfie? Cuando estamos más pendientes de las redes sociales que del mundo real, hay una desconexión importante de la realidad, pasamos a vivir en esa sociedad artificial y le damos la espalda a lo que pasa fuera de ello. 

Por otro lado, el problema de nuestras selfies, creo yo, es buscar en los likes un alivio a nuestros problemas, buscar la aprobación de las redes sociales, de esa sociedad artificial, a través de las fotos, dando nuestra mejor imagen, que a su vez esconde nuestro peor yo. El problema es que nos sentimos mejor dentro de ese mundo, que nos atrevemos a ser de otra manera en las redes sociales, pero no en la vida real.
Colaboración de Marisa Alcaraz

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lunes, 27 de abril de 2015

Los dibujos animados

Todos en nuestra vida hemos visto dibujos animados, se dice que los dibujos animados son para los niños, pero nada de eso… está claro que los niños los ven y se lo pasan bien con ellos, imitan lo que hacen, cantan sus canciones y muchas veces desean ser ellos.

Pero los dibujos siguen causando sensación en nosotros a lo largo de toda nuestra vida, la única diferencia es que conforme va pasando el tiempo los vemos desde un punto de vista diferente. Vemos la misma película, el mismo dibujo, el mismo capítulo pero pasados unos años se despiertan en nosotros recuerdos y sensaciones olvidadas.

Y nos damos cuenta que los dibujos tienen un doble fondo, algo muy inteligente detrás, hechos por guionistas que se habrán inspirado en grandes pensamientos pero cuando éramos pequeños esto no podíamos apreciarlo.

Me encantan esas personas que siguen viendo dibujos, da igual la edad que tengan, no es algo extraño, depende con qué edad los veas sacarás unas conclusiones u otras. Es bonito pensar en una familia viendo dibujos, un niño los entenderá y le afectarán de una forma completamente diferente a como lo harán de cara a los adultos. 



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domingo, 19 de abril de 2015

El utilitarismo no es ser útil

Cuando te dicen la palabra utilitarismo te viene a la cabeza que es algo útil, es decir, se entiende utilitarismo por práctico, por producir o hacer cosas útiles, va a tener más un sentido moral.

Pero en Filosofía esta palabra no significa exactamente eso.

El utilitarismo es una doctrina ética que considera que la finalidad de la acción humana y sobre todo de la felicidad que se concibe a través de las acciones que realiza el hombre está vinculada a la realización de acciones útiles. Es bueno lo que nos es útil para ser felices, es decir, Utilitarismo. La utilidad va a ser el concepto para determinar la felicidad por un lado y la finalidad de las acciones morales por otro. El resultado que debemos buscar en nuestras acciones es la felicidad, ya que es el único bien en sí. Hay que lograr la mayor felicidad para el mayor número de personas posible, nuestro actuar, nuestras acciones involucran a otros, tenemos que tener en cuenta que cuando actuamos estamos incluyendo la conducta del prójimo.

La felicidad del prójimo es tan importante como la mía. Para determinar si una acción es moral se deben calcular las consecuencias buenas y malas que resultan de esta acción. Si lo bueno supera a lo malo entonces la acción es moral, es una especie de cálculo-beneficio de las consecuencias de nuestras acciones. Pero ¿Cómo efectúo yo un cálculo si para determinadas consecuencias de mi acción tengo que tener en cuenta la felicidad de otras personas? Y, posiblemente el concepto de felicidad no signifique lo mismo para mí que para los demás. Ante este dilema: no se trata de contribuir a la felicidad de cada uno sino que hay que asegurarse de no intervenir en la libertad de los demás. Es decir, lo útil pasa a ser lo que en este cálculo brinda mayor libertad al mayor número de personas.

Mi opinión: El utilitarismo es un sistema ético relativamente fácil de aplicar: cada día tomamos muchas decisiones no morales basadas en las consecuencias. Así, tomar decisiones morales usando el utilitarismo parece una extensión natural de nuestros procedimientos de toma de decisión diarios, pero creo que el utilitarismo puede traer más problemas que ventajas, ya que no puede proteger los derechos de las minorías si la meta es el mayor bien para el mayor número, ¿se podría entonces justificar como buena la esclavitud porque es útil para la mayoría? Una acción específica no puede ser juzgada como buena simplemente porque puede conducir a una buena consecuencia, porque puede conducir a una mentalidad de que ‘’el fin justifica los medios’’. Los medios deben ser juzgados por alguna norma objetiva y consistente de moral. En el utilitarismo es preciso predecir lo que va a ser más útil para un mayor número de personas, y esto es imposible en muchas ocasiones, cuando obtenemos resultados, no siempre está claro si estos son buenos o malos. En conclusión: el utilitarismo no me convence.



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viernes, 17 de abril de 2015

Ejemplos Cartesianos

Ya sabéis que la duda de Descartes tiene tres niveles:

-Duda de la fiabilidad de los órganos sensible
-De la imposibilidad de distinguir entre vigilia y sueño
-De las matemáticas

Ahora no voy a explicar cada uno de estos niveles, solo quiero hacer un apunte. Dentro del primer nivel de la duda, es decir, el de no fiarnos de nuestros órganos sensoriales, Descartes dirá que no nos podemos fiar de ellos porque nos engañan ¿te fiarías de algo que te ha engañado una sola vez? Descartes dirá que no, el ejemplo que suelen poner a nivel básico, por ejemplo en el instituto para que la gente entienda esto es el ejemplo del palo metido en el agua, ya que al hacerlo se ve doblado, pero realmente no lo está, por lo tanto nuestros ojos nos están engañando.

Pero hay que tener presente que Descartes nunca puso ningún ejemplo así, sus ejemplos referentes a esto son de un nivel un poco más alto

Él, para referirse a este engaño habla de la ictericia. La ictericia es una enfermedad producida por la acumulación de pigmentos brillantes en la sangre, cuya señal exterior es la amarillez de la piel, (pondré el ejemplo de los bebes cuando nacen un poco amarillos). Descartes dirá que quien padece esta enfermedad lo ven todo amarillo o con tonos amarillentos. Otro ejemplo que él menciona es que los astros u otros cuerpos muy lejanos nos parecen mucho más pequeños de lo que realmente son.

Cualquier efecto óptico nos serviría para explicar este fenómeno que quiere hacer ver Descartes, pero también es interesante conocer de los que él habla exactamente.

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miércoles, 15 de abril de 2015

¿Tienes tatuado algo relacionado con la Filosofía? Proyecto Tatuaje

El latín, como mucha gente dice, es una lengua muerta, pero a pesar de que no se hable, se utiliza, lo que la hace no morir. Se estudia en muchas disciplinas y es importante para entender de donde viene todo. Mucha gente a la hora de hacerse un tatuaje opta por hacérselo en latín, en griego, en chino…

Parece que lo que quieres decir si lo dices en esta lengua tiene un significado más profundo. Pero muchas veces al traducir una frase o una expresión a otra lengua pierde el sentido principal o adquieren otro, no se puede traducir al 100%. Por eso dicen que es mejor leer directamente en griego o en latín antes que una traducción. Pero el latín, parece servir también para el amor, parece que si lo dices en latín tiene más peso lo que dices. ¿Cómo se dice “Te quiero” en latín? podría decirse, simplemente, TE AMO o TE DILIGO. Pero los tres poetas más especializados en cuestiones de amor en la literatura latina eran los elegíacos Tibulo, Propercio y Ovidio. Y ellos se lo dijeron a sus chicas de otra manera, un poco más elaborada: Tu mihi sola places

(La frase está en Tibulo 3.19.3, Propercio 2.7.19 y Ovidio, Ars amatoria 1.42). Esta frase solo vale para los chicos, si una chica quiere declararse, la versión sería: Tu mihi solus places.

Sé que mucha gente tiene una frase tatuada en latín, mi proyecto consiste en que todos aquellos que tengáis una frase tatuada en latín, en griego… una frase que de que pensar, o que esté relacionada con la filosofía os pongáis en contacto conmigo: principioultimo@hotmail.com

Una frase, un símbolo, una ilustración, una letra… Cualquier cosa relacionada con la Filosofía o con el pensar. Y si lo deseáis también una explicación de su significado, ya que cada tatuaje tiene el sentido que le queramos dar.
Dentro de dos semanas haré una entrada con las imágenes recibidas.

Si es que la filosofía está en todos los lugares…

lunes, 13 de abril de 2015

El método regresivo-progresivo de Simone de Beauvoir

Este método es de carácter heurístico (el arte de resolver problemas). Los métodos heurísticos son formas de exploración de problemas que tienen como objetivo la resolución de incógnitas, explorando las causas en el pasado y comprobando los efectos en el presente. Para sintetizar su mecanismo podemos dividirlo en dos estrategias básicas de investigación, que podíamos llamar trabajos retrospectivos y trabajos prospectivos.

Retrospectivos: se parte de un problema ya delimitado, con los conocimientos que contamos sobre el tema se realiza un análisis para encontrar causas.

Prospectivos: con la estrategia de investigación prospectiva se parte de las causas encontradas para probar su coherencia con los efectos que hemos supuesto que produce.

El objetivo de su obra ''El segundo sexo'' se centra, en primer lugar, en la búsqueda de las causas que han provocado la situación de alteridad de la mujer y en segundo lugar, en reconstruir el modo en que viven las mujeres esa situación de alteridad. Vemos aquí los dos momentos: fase regresiva y progresiva, es decir, la aplicación del método en la obra de Beauvoir.

a) Análisis regresivo: lo lleva a cabo en el primer tomo y tiene como fin investigar, las causas de la facticidad en la que se encuentra la existencia de la mujer. Para ello, Beauvoir analiza los elementos o condiciones que han contribuido a que las mujeres vivan como viven en la sociedad occidental. Se trata, de una fase analítica. Y es, también, regresiva porque se retrotrae al origen o principio del problema, lo que implica ir desmontando la estructura de la concepción de la mujer, hasta encontrar los primeros indicios de la desigualdad. El análisis que realiza Beauvoir es un rastreo por los datos que nos ofrecen aquellas disciplinas que abordan al completo la estructura del ser humano: la Biología, que aborda la dimensión natural; el Psicoanálisis, que se ocupa de su dimensión psíquica y el Materialismo histórico que comprende al individuo desde su dimensión social. Veamos el proceso:

-Biología: primero analiza la estructura natural de la mujer, para lo cual Beauvoir se sirve de los datos aportados por la biología. Es un análisis que trata de comprender a la mujer desde el punto de vista de su naturaleza, es decir, como perteneciente a una especie. Pero esta perspectiva, por sí misma, resulta insuficiente para explicar el origen de la jerarquía de los sexos. Y para completar estos datos, tendremos que remontarnos a un momento conceptual previo, para comprender cómo ha sido percibida la naturaleza de la mujer por el individuo. Para ello, Beauvoir acude a los datos del psicoanálisis.

-Psicoanálisis: en segundo lugar, remontándose hasta una esfera superior, analiza a la mujer atendiendo a su estructura psíquica. El objetivo es comprender a la mujer como individuo que interpreta o vive su naturaleza peculiar. Pero el psicoanálisis también presenta dificultades para Beauvoir, por lo que tendremos que remontarnos a un nivel superior que nos hable de la mujer en su papel de individuo en relación con la sociedad.

-Materialismo histórico: como último peldaño, Beauvoir analiza la interpretación de la naturaleza de la mujer, desde una esfera más globalizadora: la sociedad. Y para este análisis, Beauvoir recurre a los datos del Materialismo histórico. El materialismo histórico parece situar el surgimiento de las desigualdades entre sexos, en el cambio de economía que se produce con la aparición de la Edad de los Metales. Pese a que este momento será definitivo en la teoría de Beauvoir, los razonamientos y presupuestos del materialismo también le parecen reduccionistas. No podemos definir al ser humano en términos puramente económicos y productivos.

Beauvoir acoge con insatisfacción las teorías aportadas por la Biología, el Psicoanálisis y el Materialismo histórico. Pero esto no significa que deban ser desechadas. Se trata de reinterpretar sus datos desde una óptica diferente. Y así es como surge la tesis de Beauvoir, la cual, sintéticamente, afirma que la cultura, como construcción humana, es la responsable de la jerarquía de los sexos. A partir de ahora, la investigación se reconduce tratando de encontrar en la Historia y en los Mitos, datos que confirmen esta teoría. La historia y la etnografía, según Beauvoir, confirman el origen cultural de la jerarquía de los sexos, y en los mitos encuentra la razón por la que dicha jerarquía se ha perpetuado a través de la historia.

La primera fase del método ha finalizado. Y hemos conseguido delimitar las causas originantes de la opresión que sufre la mujer. Ha sido una fase necesaria en el método porque sus resultados son la condición de posibilidad de la fase sintética progresiva, en la que Beauvoir mostrará la forma en que las mujeres viven esta situación.

Cassandra Naud
b) Síntesis progresiva: A esta fase está dedicada el segundo tomo. Partiendo de las causas analizadas en la primera fase, Beauvoir trata de desvelar cómo viven esta situación las mujeres. Hablamos, de una fase sintética. Y es progresiva porque ahora no nos fijamos en el pasado, en el que se sitúan las causas, sino en el presente, en el que se sitúan los efectos. Tratamos de entender cómo vive la mujer su situación a la luz de los datos y situaciones que de hecho se está dando.

Decíamos que Sartre consideraba que el método es una herramienta que dotaba de vigor a los métodos marxistas de interpretación. En muchos casos la interpretación marxista implicaba modelos los hechos para que encajaran con la teoría, como si los hechos tuvieran un significado a priori. Frente a las pretensiones del marxismo, el existencialismo concede al hecho, al dato empírico un valor específico. Por lo que resulta coherente buscar datos reales sin someterlos ad hoc a intereses de una teoría. Y esta es precisamente la línea de investigación que sigue Beauvoir: describir los comportamientos reales de las mujeres. Hasta tal punto se muestra Beauvoir rigurosa en este aspecto del método que, los comportamientos a los que nos hemos referido, son relatados tal y como aparecen en los diarios de las mujeres investigadas, o extraídos de sus historiales clínicos.

Hemos de señalar, que cada mujer investigada en singular, no representa únicamente un caso particular, lo que volvería insustancial la investigación. Beauvoir la toma en calidad de universal-singular, es decir, en lo que de común tiene con el resto de mujeres y que se manifiesta en cada una en su singularidad: su alienación, cosificación, alteridad, etc. Veamos cómo se articula la síntesis progresiva en la investigación de Beauvoir.  Beauvoir presenta a la mujer como un producto cultural elaborado por la sociedad patriarcal. Este es el sentido de la frase que da comienzo al Capítulo primero: ‘’No se nace mujer; se llega a serlo’’. 
La situación de opresión en la que se encuentra la mujer, es el resultado de un trabajo erosivo que tiene por objeto desgastar su ser. Beauvoir quiere mostrarnos que esta labor de zapa no se realiza en un momento puntual de la vida de la mujer, sino que se extiende a cada minuto de su existencia. Por eso, irá recorriendo, desde la infancia a la vejez, las etapas y situaciones que conforman su vida.

Señalaremos algunos de los momentos fundamentales desde el punto de vista psicológico.

-La infancia: es el comienzo de la vida y de la educación de la persona, pero también es el inicio de las primeras diferencias de trato. No se educa a las niñas de la misma manera que a los niños. La educación es el primer peldaño que la mujer desciende en el grado de igualdad y el primer resultado es la asunción, por parte de la niña de su única posibilidad de estar en el mundo: ser un objeto

-La joven: Mientras que para el joven el camino hacia la edad adulta es un futuro por hacer y una constante e imprevisible aventura, para la muchacha, la vida que se le abre ante sí, ya está escrita. Su juventud se consume a la espera de un marido

-La mujer casada: En el matrimonio la mujer renuncia a todo proyecto y se supedita a la soberana autoridad del marido.

-La madre: El análisis que Beauvoir realiza sobre la maternidad, que tiene por objeto desmitificarla. La maternidad no constituye la realización de la mujer.

-La vejez: Mientras que el hombre envejece de manera paulatina, la mujer, se ve despojada bruscamente de lo que la define como mujer: su fecundidad. Ha perdido lo que, para la sociedad y para ella misma constituye la justificación de su existencia.

Con este recorrido, Beauvoir pone de manifiesto los problemas que se les plantean a las mujeres a la hora de vivir, como herederas de las condiciones analizadas en la fase analítica de El segundo sexo.


miércoles, 8 de abril de 2015

La naturaleza griega no se refiere a las flores ni a los árboles

En Filosofía, al igual que en cualquier otra disciplina, existe un vocabulario específico, y es conveniente conocerlo para saber de que estamos hablando, ya que podemos conocer una palabra en nuestro lenguaje del día a día pero depende de la disciplina esa palabra puede cambiar de significado, incluso dependiendo en la época en la que estemos esa palabra puede significar una cosa u otra.

Actualmente, cuando hablamos de naturaleza nos viene a la imagen el campo, los árboles, las plantas, las flores, los animales... ‘’Hay que cuidar a la naturaleza’’ nos repiten constantemente. Algo natural es lo contrario a lo artificial, lo artificial sería lo que los seres humanos creamos, lo natural no tiene nada de creación humana.

No hay que confundir esta naturaleza con la physis griega. La palabra physis se traduce por (naturaleza). Pero naturaleza aquí no son flores ni árboles. La physis griega se refiere a la naturaleza de las cosas, ¿Cómo (o de que) están constituidas las cosas? La physis se refiere a la esencia de las cosas, ¿de qué está todo formado? Esta pregunta se la hicieron los presocráticos, y ya sabéis que para cada uno de ellos el elemento al que todo se podía reducir, (la arjé) era algo diferente, para unos era fuego, para otros el aire, agua… 


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jueves, 2 de abril de 2015

Anécdotas de Epicuro

Epicuro nació siete años después de la muerte de Platón, a los 14 años empieza sus estudios de filosofía y lo hizo por despecho hacia sus maestros, ya que no pudieron explicarle bien el término ‘’caos’’ en Hesiodo.

Vomitaba dos veces al día a causa de sus excesos, padecía estranguria como consecuencia de un cáncer de vejiga, su salud era lamentable y durante varios años no pudo levantarse de su litera, estuvo mucho tiempo como enfermo grave y esto tuvo mucho que ver con su ética.

Se abstuvo de la política, Grecia pasaba por una época mala y persistió en habitar en ella haciendo solo dos o tres viajes hacia las tierras de Jonia para ver a sus amigos, estos acudían de todas partes a él y convivían con él en el Jardín. Epicuro compró el Jardín por ochenta minas, allí llevaban un régimen de vida muy sencillo y muy frugal, se contentaban con un cuartillo de vino, aunque su bebida era el agua. Epicuro se contentaba con agua y un poco de pan, el queso solo era para darse un festín. Gastaba una mina diaria en la comida.

Murió a los 72 años por culpa de un cálculo renal, por retención de la orina por el mal de una piedra después de 14 días muy duros de sufrimiento, se metió en una bañera de bronce llena de agua caliente y pidió vino puro para echar un trago y, después de recordar a sus amigos que se acordaran de sus enseñanzas allí murió.

Antes de morir dejó escrito su testamento diciendo a quien dejaba su escuela o sus libros, un testamento muy interesante para quien lo quiera leer.

miércoles, 1 de abril de 2015

La estupidez humana y la fotografía

Cuando vamos a cualquier sitio, queremos mostrar al mundo lo que estamos haciendo e inmediatamente hacemos una fotografía, pero tan inmediatamente que muchas veces hacemos la fotografía antes de mirar lo que tenemos delante. Actualmente parece que si vamos a un lugar y nos volvemos sin hacer fotos es como si no hubiéramos estado allí. 

Pondré el ejemplo de Pisa, la gente va a Pisa y corriendo corriendo se hacen una fotografía con su Torre, tan corriendo que hacen antes la foto que mirar a la torre. Lo de querer capturar el momento para guardarlo en nuestro recuerdo y presumir a la gente que hemos estado en Pisa está muy bien, pero también habrá que mirar y verla en directo, ¿no? Debatir si es gótica o románica, debatir que se llame torre cuando en realidad es un campanario, poder contemplarla…

Pero no vale solo con fotografiarnos con ella, la foto además tiene que ser guay, la foto en la Torre de Pisa necesariamente tiene que ser aguantando la torre y conseguir una foto original. Pero, ¿si todo el mundo se hace una foto en la Torre de Pisa de esa forma, no sería más original hacerse una foto normal?

Cuando hacemos una foto en Pisa o en cualquier otro lugar haciendo los tontos queremos hacer la foto inmediatamente para hacer el ridículo el menos tiempo posible: ‘’¡Venga date prisa!’’ le gritamos al que dispara la foto, ‘’¡Cuanto tardas!’’ Pero hay que aguantar la postura o la sonrisa falsa. Pero inmediatamente cuando haces la foto quitas la sonrisa, y lo más importante: inmediatamente mirar si ha salido bien la fotografía por si hay que repetirla. Si fuera para nosotros y para tener un recuerdo salir más o menos bien no nos importaría tanto, pero claro, la foto es para compartir en las redes sociales y presumir delante de todo el mundo lo guay que te lo estas pasando entonces tienes que salir bien, no vale cualquier foto y repites la foto miles de veces si hace falta. De tal forma que estás más tiempo haciéndote las fotos que mirando lo que tienes delante, pero rápido, que sé que estoy en una pose ridícula y los de mí alrededor se ríen. Es más, si ves a alguien que hace el tonto mientras se hace una foto para salir guay piensas: ‘’mira esos que tontos’’.

Pero mágicamente no sé muy bien por qué no se piensa lo mismo cuando ves la foto colgada en cualquier red, si cuelgan la foto en esa pose ridícula piensas: ‘’mira que guays son y qué bien se lo están pasando’’.

No sé si alguien más comparte estas sensaciones con migo o una vez más es otra paranoia de las mías.