A parte del Agua, la Tierra, el Aire y el Fuego, que los presocráticos defendieron como elementos esenciales para explicar los patrones de la naturaleza y toda la materia viva, el filósofo Aristóteles creía en la existencia de un quinto elemento: el éter. Más sutil y ligero, su movimiento natural circular se hacía diferenciarse de los otros cuatro (pertenecientes a lo que él catalogó como mundo sublunar), que seguían un desplazamiento natural rectilíneo y descendente. Para el físico, la quinta esencia (que corresponde al mundo supralunar) era la materia de la que están hechos todos los cielos, un material incorruptible y no generado.
la materia oscura
ResponderEliminarla materia oscura
ResponderEliminar