Creo que el ejemplo del río de Heráclito lleva a confusión,
no porque Heráclito se haya explicado mal, sino porque la gente lo interpreta a
medias.
El río cambia, pero no solo en sentido de que sus aguas transcurren.
Ya sabéis, la típica frase de ‘’no te bañaras dos veces en
el mismo río’’ y todo el mundo dice, claro, no es el mismo río porque el agua
va pasando, cada vez tiene un agua diferente por lo tanto no es el mismo río.
Vale, de acuerdo, esta interpretación es correcta, pero
Heráclito no se refería solo a eso, hay que profundizar un poco más.
El río cambia, pero no solo en sentido de que sus aguas transcurren.
El ejemplo va dirigido al río pero también a la persona que
se baña en él ‘’no te bañaras (tú) dos veces en el mismo río.
Cuando te vuelvas a bañar en él, ni el río ni tú seréis lo
mismos, es decir, tú cuando entres al
río serás una persona, y cuando salgas serás otra, porque serás 10 minutos más viejo, abras cambiado, todo está sometido
al cambio, pero el río también será 10 minutos más viejo (no solo porque transcurra
el agua).
Tal vez con 10 minutos no queda muy claro, pero imaginaros a una
persona que entra a una habitación y
sale 50 años mas tarde. Es la misma persona pero ha cambiado, y el cambio es más notable.
¡Habrás cambiado!, no porque abierta esté el alma a las contingencias del tiempo (abrir), sino porque hemos sido hechos (haber y hacer) de ese tiempo que pasa. Y a buena entendedorsa...
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