En un juicio, uno no puede juzgar un caso en el que este implicado. Imaginemos que mi hermano asesina a la vecina y yo soy el juez. Yo no puedo juzgar a mi hermano ¿Por qué? Porque estoy implicado en el caso, es mi hermano y por lo tanto de alguna manera yo no puedo ser el juez y parte implicada, un juez tiene que ser objetivo, tiene que estar al margen del caso que esta juzgando.
Nosotros no podemos juzgar la vida porque somos parte implicada, estamos vivos, el echo de ser parte implicada impide valorar positiva o negativamente la vida y aún así si la valoramos, nuestra valoración seria relativa a cada cual y no hay verdades absolutas de si la vida tiene o no sentido.
Si la valoramos es un síntoma, demuestra el tipo de hombre/mujer que somos si somos débiles o fuertes.
Una persona fuerte sabe que la vida tiene sentido por si misma y no se pregunta por el sentido que tiene.
Una persona débil se pregunta por el sentido de la vida, y necesita creer en algo, en un más allá producto de su imaginación. En vez de creer en el más acá.
Piensan que Dios existe o hay otro lugar donde seremos felices, pero ese lugar se lo han inventado ellos y se lo creen. Y creerse una mentira es lo peor que puede pasar.
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