El otro día fui al Mercadona, fue una experiencia curiosa. Antes de entrar vi en la puerta del parking a un tipo con un todo terreno, aparcado delante del vado, tenía los cristales bajados, las gafas de sol puestas y silbaba una vieja melodía. Su cuerpo estaba ceñido por un polo de Ralph Lauren que era más grande el caballo que el polo y al otro lado del logotipo llevaba una banderita de España que ponía abajo SPAIN. Vale que por llevar un coche grande se pudiera creer que puede aparcar delante de un vado, que llevara un polo de Ralph Lauren, pero lo que no entiendo es porque se compra un polo con la bandera de España y pone abajo SPAIN en inglés. En fin, son cosas que no entiendo.
Luego entramos dentro, todo estaba aparentemente organizado, nos explicaban nose que de miles de cosas sobre los alimentos, como debíamos cocinarlos, para que era bueno cada alimento y nose que miles de cosas mas que no escuche, porque yo estaba pensando en otra cosa. Miraba a los trabajadores de allí y todos llevaban el nombre en el pecho, no sabía muy bien porque lo llevaban pero luego vi a una mujer mayor llamar a la cajera por su nombre y decirle que no quedaba agua, que si podía reponer. Entonces entendí porque los cajeros llevaban el nombre colgando, para el disfrute de los demás. Para tener autoridad y llamarlo por su nombre por comodidad, para que repongan el agua. En el mercadona todos tienen nombre, y cuando un comprador entra allí automáticamente se llama ‘’Mary’’, da igual del sexo que seas. Todo el mundo sabe cómo se llama la cajera, pero ¿alguien sabe cómo se llama el mendigo de la puerta? ¿Para qué? Él no tiene que ayudarte en nada, no tienes por qué saber su nombre. Solo sabemos el nombre de los que nos interesan. Pero yo creo, que lo más importante del mercadona no es la cajera, ni la zona de las bebidas que el jueves queda vacía, ni es la comida… Lo más importante del mercadona es el mendigo que hay en la puerta.
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Luego entramos dentro, todo estaba aparentemente organizado, nos explicaban nose que de miles de cosas sobre los alimentos, como debíamos cocinarlos, para que era bueno cada alimento y nose que miles de cosas mas que no escuche, porque yo estaba pensando en otra cosa. Miraba a los trabajadores de allí y todos llevaban el nombre en el pecho, no sabía muy bien porque lo llevaban pero luego vi a una mujer mayor llamar a la cajera por su nombre y decirle que no quedaba agua, que si podía reponer. Entonces entendí porque los cajeros llevaban el nombre colgando, para el disfrute de los demás. Para tener autoridad y llamarlo por su nombre por comodidad, para que repongan el agua. En el mercadona todos tienen nombre, y cuando un comprador entra allí automáticamente se llama ‘’Mary’’, da igual del sexo que seas. Todo el mundo sabe cómo se llama la cajera, pero ¿alguien sabe cómo se llama el mendigo de la puerta? ¿Para qué? Él no tiene que ayudarte en nada, no tienes por qué saber su nombre. Solo sabemos el nombre de los que nos interesan. Pero yo creo, que lo más importante del mercadona no es la cajera, ni la zona de las bebidas que el jueves queda vacía, ni es la comida… Lo más importante del mercadona es el mendigo que hay en la puerta.
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Mira un LOGOTRIPS que hizo una alumna sobre el MERCADONA en mi aula de Filosofía, no tiene mucho que ver con tu artículo, pero te gustará: http://pvenelauladefilosofia.jimdo.com/material-de-y-para-el-alumnado/trabajos-de-los-alumnos/logotrips/
ResponderEliminarLo más importante es ser consciente de que el dueño de mercadona dio dinero negro al PP para asegurarse una reforma laboral que destrozaría completamente nuestra economía y así podría seguir expandiéndose a base de malas prácticas, ahora legales.
ResponderEliminarHumm. ¿Y por qué no pensar que el nombre en el uniforme de los empleados nos permite, más que tener autoridad sobre ellos, humanizar el trato que les damos? No sé cuál habrá sido el objetivo del Mercadona en poner estos nombres, pero la actitud frente a ellos es nuestra.
ResponderEliminarDe todas formas, el nombre en el mendigo no resolvería mucho, creo. Los he visto que además del nombre, tienen carteles donde te cuentan hasta la cantidad de hijos que tienen, las enfermedades que padecen, etc., y eso no veo que marque la diferencia para los que pasan por su lado. Aquí también todo está en nuestra actitud.
Con o sin nombre, lo que está delante nuestro es un ser humano, y lo que define qué tan humanos somos nosotros es nuestra actitud ante el otro.
Disculpa por el largo comentario. No es un crítica sino una invitación a pensar un poco más. Tu blog es una joyita en estos tiempos. Muchas gracias por las aportaciones.
Si algo lo humanizamos es que estamos actuando sobre ello. Pero se puede hacer una lectura desde muchos puntos de vista y eso es lo que me gusta, que cada uno lo interprete de una manera distinta. Me alegra mucho que te guste la página, esa clase de comentarios son los que me hacen feliz. Estamos en contacto, un beso
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