Habitualmente cuando no sabemos qué hacer o qué decisión tomar nos dicen que hagamos un balance, una lista con los pros y los contras para así poder valorar mejor la situación o cualquier problema. Pero no hay nada de novedoso en este método, los escolásticos ya resolvían los problemas así. El método escolástico fue heredado de Aristóteles, se utilizaba para la enseñanza y constaba de tres fases: Lectio, Quaestio y Disputatio.
1. Lectio: consistía en crear comentarios de textos, en tres niveles de profundidad hermenéutica (litera, sensus, sentencia). Cuando tenían dificultades para comprender el texto se confrontaban las diferentes interpretaciones.
2. Pasamos así a la Quaestio. Fue Pedro Abelardo quien lo utilizó por primera vez al comparar las sentencias de los Padres en el Sic et Non. Aquí pone las razones en pro y en contra y luego se da la solución.
3. Elaborar la Quaestio da paso la Disputatio, como indica el nombre era disputar mediante diálogo, se discutía sobre el texto, sobre las razones en pro y contra, también se discutía en épocas señaladas del año o dos o tres veces a lo largo del curso, podían discutir sobre cualquier cosa, no sobre un texto necesariamente.
Este método lo van a utilizar después los grandes escolásticos, en las célebres Summas medievales.
Por ejemplo, Santo Tomás, cuando examina una cuestión, no solamente deduce de principios generales los principios particulares aplicables a la cuestión, sino que además pone en columnas separadas las opiniones de los distintos filósofos, que son unas en pro y otras en contra; las pone frente a frente, las critica unas con otras, extrae de ellas lo que puede haber de verdadero y lo que puede haber de falso. Santo Tomás, estudió primero a Dios en sí mismo, luego como creador y terminó considerando a Dios como fin supremo de todas las cosas.
Lo mismo ocurre con San Agustín, quien en sus Confesiones primero se plantea qué es el tiempo, analiza el tiempo, y concluye que el tiempo tampoco es. Lo importante de este método es la contraposición de opiniones; en la discusión de los filósofos entre sí o del filósofo consigo mismo. Así que este método que parece tan moderno para nada lo es, si es que hay Filosofía hasta donde menos nos pensamos. La gran pregunta es si para ti tienen más peso los pros o los contras.
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