martes, 8 de octubre de 2013

El saber es como el polvo

Está en todos los lugares, no se ve a simple vista, tienes que fijarte para poder verlo, pero cuando hay una gran cantidad si se ve; cuando una luz lo ilumina incluso podemos ver como se mueve, se va depositando poco a poco, cuanto más antiguo es un objeto (sino lo has limpiado) más polvo tiene encima.
Aunque lo limpies siempre vuelve, y cuando lo hagas tienes que hacerlo de arriba abajo, ya que irá cayendo en los estantes inferiores hasta llegar al suelo y una vez que esta todo acumulado no queda otra que aspirarlo.

El saber también está en todos los lugares, tampoco vemos a simple vista si una persona es sabia o no, tenemos que tratar con esa persona para poder saberlo, pero cuando esa persona es muy sabia aunque sus palabras sean muy pocas es suficiente para poder darnos cuenta. Y si a esa persona se le da la oportunidad de desarrollarse llegará lejos. El saber se va depositando poco a poco y cuanto más viejos somos, sino hemos tenido ninguna enfermedad mental, conservaremos todos nuestros recuerdos y conocimiento.
Pero nunca es tarde para aprender, hay que ir poco a poco, de lo pequeño a lo grande e ir aspirándolo para que quede grabado en nosotros.



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