Fue educado en la ortodoxia judía, pero años después renegó de aquellas enseñanzas. Lo expulsaron de la comunidad judía, momento que eligió para publicar una apología en la que justificaba su alejamiento de la sinagoga. Sobrevivió puliendo lentes para su amigo el físico Christiaan Huygens. Cuatro años más tarde empezó a escribir Tractatus de Intellectus y Ethica. Le ofrecieron una cátedra de Filosofía en la Universidad de Heidelberg, pero su personalidad ascética y coherente le hizo rechazar la propuesta y prefirió ganarse la vida puliendo lentes.
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